Puede que fuera la amenaza de lluvia o el simple afￜn de protagonismo de algunas de las caras nuevas por estos lares, pero el caso es que la alfombra roja del Beverly Hilton hotel, al menos en la parte cubierta, se llenￜ hasta los topes con mￜs antelaciￜn que lo que suele marcar la etiqueta.

A falta de 60 minutos para escuchar los primeros exabruptos de Ricky Gervais, ya habï¿œan aterrizado pesos pesados como Brad Pitt y Angelina Jolie, o George Clooney con su nueva pareja sentimental, la ex reina de la lucha libre Stacy Kiebler, imponente con un vestido rojo.

Clooney, nominado como mejor actor y mejor director, ademï¿œs de aspirar al galardï¿œn de la Prensa Extranjera de Hollywood por el mejor guiï¿œn ('The Idles of March'), no tuvo problema en darse el enï¿œsimo baï¿œo de masas de su carrera y dejar que su novia se desmelenara con la prensa presente.

“La verdad es que esto siempre es divertido”, admitiï¿œ Clooney. “Veo gente que no suelo ver mï¿œs que en estas fiestas y me dejo llevar, aunque estoy seguro de que voy a ser el gran perdedor de la noche”.

Todo lo contrario que la bomba latina del momento, Sofï¿œa Vergara, con la que Clooney se cruzï¿œ haciendo el paseillo ante la lluvia de micrï¿œfonos. Acostumbrada a perder en las varias nominaciones que ha acumulado hasta ahora, volviï¿œ a “disfrutar de la experiencia de estar con esta amplia nï¿œmina de estrellas”, ademï¿œs de bromear por la tendencia de elegir vestidos de Vera Wang. “Supongo que es por el hecho de que me manda vestidos que cierran y me entran”, dijo con su amplia sonrisa y su pronunciado acento en inglï¿œs.

Fueron sï¿œlo dos caras conocidas entre una lluvia inusitada de estrellas, en una alfombra roja plagada de talento televisivo y nominados para lo mejor del cine del aï¿œo pasado. Desde horas tempranas desfilaron por la frï¿œa tarde de Beverly Hills nombres como Charlize Theron, Tilda Swinton —con un vestido marca de la casa—, Glenn Close, Robe Lowe, Harrison Ford, Jeremy Irons, Steven Spielberg, Jake Gylenhaal, Johnny Depp y Julianne Moore.

Tambiￜn aterrizￜ temprano Emma Stone, protagonista de 'The Help', con el morado como protagonista de la noche en lo que a vestidos femeninos se refiere. Y sus dos compaￜeras de reparto en una de las cintas favoritas de la noche, Octavia Spencer y Viola Davis, que pusieron la nota de color con humor y humildad. Spencer reconociￜ no haber sabido quￜ ponerse hasta unos pocos dￜas antes de la entrega de premios, nerviosa. Como cada aￜo, hay caras que se hacen conocidas en las alfombras rojas de Hollywood y que nunca mￜs se dejan ver en estas circunstancias.

Otras como Kate Winslet, vestida de blanco y negro, casi nunca faltan a la cita. Ni Natalie Portman, ya recuperada de su embarazo y de la mano de su pareja, el bailarï¿œn francï¿œs Benjamin Millepied, ni Michelle Williams, en plena trayectoria ascendente, “afortunada en los ï¿œltimos aï¿œos con papeles sobresalientes”.

Ni los sempiternos latinos de Hollywood, el espaￜol Antonio Banderas junto a su mujer Melanie Grifitth, y la mexicana Salma Hayek, con un vestido ochentero de Gucci que elegiￜ a ￜltimo hora. A juzgar por el interminable desfile de estrellas, Hollywood disfruta de una salud envidiable.