El miedo a ser observado: la tecnología nos vigila

El primer círculo del infierno tecnológico es, de hecho, un miedo bastante elemental, casi primitivo: el temor a ser observado. La mirada es un agente poderoso, no sólo como fuente selecta y privilegiada de información, sino como poder en sí misma; ojos de cristal, manitas de Fátima, ristras de ajos, listones rojos y piedra de ojo de venado son remedios habituales, desde los albores de la civilización, para protegernos del mal de ojo; al niño bonito hay que prenderle su listón rojo, la novia debe en su boda llevar un amuleto porque la mirada pesa, pesa mucho y puede causar daño, creemos. Digamos que no es verdad, ya lo dice el refrán “cuando el tecolote canta el indio muere, no será cierto, pero sucede”, para los que se resisten a creer en el poder de la mirada, deberán en cambio conceder que los seres humanos tenemos, inexplicablemente, la facultad de sentir la mirada de los demás, de saber cuándo somos observados,  intuimos cuando alguien nos llama con la mirada y acuñamos frases como “tener la mirada pesada”, alguien me dirá que eso es también una conseja de la abuela, que no existe, ése, no podrá negar que tiene miedo a … Sigue leyendo El miedo a ser observado: la tecnología nos vigila