Para poder forjar sociedades equitativas y saludables, educar sin estereotipos de género tendría que considerarse la única forma de enseñar.
A estas alturas, bien sabemos que la condición de género es una construcción social y que esa no determina las capacidades, gustos o preferencias de un niño o niña. En consecuencia educar a los hijos sin estereotipos de género se convierte en una obligación para criar pequeños que crezcan con libertad de elección y en igualdad de oportunidades.
En tal aspecto, los juegos inclusivos ocupan el primer lugar para ayudar a padres y docentes a romper con viejos patrones sociales y fomentar la inclusión social, lejos de la repetición de conductas arcaicas que limitan las posibilidades y potencialidades de los niños.
Beneficios de los juegos inclusivos
- Permiten la accesibilidad tanto dentro como fuera del espacio de juego a todos los niños y niñas por igual. Esto favorece la colaboración e inclusión de niños o niñas con problemas motores que precisan de soportes para caminar o pararse.
- Promueve oportunidades para que los niños participen activamente del juego.
- Evita problemas de bullying. Esto ayuda a que los niños crezcan aprendiendo y resaltando la riqueza de sus diferencias y no pensando en ellas como algo negativo.
- Favorece los lazos sociales y emocionales entre pares.
- Eleva la autoestima de los niños en general y de los pequeños con discapacidad, en particular.
- Prepara a los niños para una sociedad sin personas excluidas.
- Ayuda a cambiar el foco de la diferencia, haciendo a un lado que estas son negativas y destacando que las mismas pueden contribuir a descubrir diferentes potencialidades.
La importancia de educar sin estereotipos de género
Según un estudio llevado a cabo en 219 países, el acceso de niñas y mujeres a la educación tiene un efecto directo que reduce los índices de mortalidad infantil en los países encuestados.
No obstante, el impacto social no se limita a cuestiones estadísticas. Por el contrario, fomenta la construcción de una sociedad que monta sus cimientos en los siguientes valores:
Juego libre
La finalidad de los juegos inclusivos es favorecer a que los pequeños (niños o niñas) jueguen a lo que realmente quieran, sin importar su género. En tal sentido, jugar a las muñecas para los niños estimula sentimientos de empatía y generosidad. Asimismo, jugar con autos, promueve el aprendizajes de habilidades espaciales.
Ser el ejemplo
Ya lo decía Einstein: “No es posible enseñar sin dar el ejemplo”. Por tanto, como adultos podemos ayudar a que nuestros hijos aprendan sobre la igualdad de género si nosotros mismos rompemos con patrones y actividades estereotipadas. Muéstrales a tus hijos que todos pueden colaborar en las tareas del hogar, por ejemplo.
Expresar sentimientos
Enséñeles a tus hijos que ellos pueden mostrar sus sentimientos indistintamente si son niño o niñas. Demuéstrales que llorar no es signo de debilidad, sino que es parte de un proceso que ayuda a la elaboración de un duelo, superar un problema, etc.
Vivimos en un mundo diverso
Muéstrales, mediante series, películas, programas de televisión o de YouTube, etc que existe diversidad y que ésta no es contemplada como algo negativo. Sino que, por el contrario, las diferencias son las que nos hace únicos a cada uno de nosotros.

Licenciado en Ciencias Biológicas con más de 30 años de experiencia en educación como docente en el Centro de formación ACN y creador de Blogs educativos: educapeques.com, educayaprende.com, escuelaenlanube.com, docenciaparalaformacionenelempleo.es. Actualmente imparto cursos de formación profesional en la Academia de Valdepeñas